Jornades sobre Feminisme

22-10- 2006. Conferencia de Fina Birulés. MUJERES ¿UNA SOLA VOZ?

Comentario de Margarita Fuster


La conferenciante hace una especie de recorrido por los movimientos feministas más importantes, empezando por las mujeres sufragistas, siguiendo por las aportaciones de Simone de Beauvoir, para acabar sosteniendo un FEMINISMO DE LA DIFERENCIA.
Virginia Wolf en su libro “Las tres guineas”, nos dice , las sufragistas lucharon y murieron defendiendo sus ideales que no eran otros que los de la Revolución francesa, Justicia, Igualdad y Libertad, los derechos de todos, no sólo los de ellas.
Después de ello, nos preguntamos ¿cómo sería posible un mundo común? . El desafío feminista ha sido acabar con el discurso dominante, el de HOMBRE con mayúscula. La consecuencia ha sido que muchas mujeres jóvenes están hoy en los cargos públicos. Hemos conseguido la igualdad ante la ley.
En cambio no se ha conseguido la libertad, cuyo contrario es la violencia. Y la prueba la tenemos en la cantidad de asesinatos de mujeres que siguen ocurriendo. Hoy, el Feminismo se ha domesticado, dice Fina Birulés, al ser aceptado por las instituciones, y se ha convertido en un feminismo de Estado. El recurso a la ley no es la solución (habría que recurrir al código penal). El consenso con el lenguaje dominante significa la pérdida de una parte de la libertad. Es, dice, una expresión de la dejadez de responsabilidades: dejar la solución de los problemas a los jóvenes, a los que vengan después, evitar el conflicto. Las campañas estatales tratan de presentar a la mujer como víctima (“a ti te puede pasar”), no como la emancipación de la mujeres por sus derechos.
Simone de Beauvoir en su libro El segundo sexo” abre caminos. Ella dice en el libro que no es feminista, cosa enojosa en aquellos tiempos. La femineidad es algo construído por una sociedad de hombres, con la que la mujer tiene que luchar (la mujer es dueña de su cuerpo). El feminismo es más bien una práctica. La liberación sólo puede venir de un colectivo de mujeres mediante un cambio en las relaciones con los hombres en el trabajo, el matrimonio etc.
Se pasó de la “vindicación” de las sufragistas a la “reivindicación” política de los años 70. En ese momento fue más bien un “separatismo” de las mujeres respecto de los hombres, por la vivencia de un desagrado en las relaciones con los hombres.
Pero, dice Fina Birulés, las mujeres son diferentes de los hombres. Ahora se trata de conseguir una emancipación por los derechos de las mujeres, no por la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres, no por la “liberación” ( como por ejemplo, la conseguida por el pueblo ruso en 1917. )
Las instituciones llaman “discriminación de género” a la sufrida por la mujer. Pero el “género” (“El lío del género”, dice la feminista norteamericana Judith Butler”), es también una construcción cultural, un “performativo” , que significa un “compromiso” que nos conduce a acciones que no estaban previstas. Pero ¿cómo superar esos performativos?, construyéndolos en otra dirección, dice (“Deshacer el género”, dice en otro de sus libros).
Fina Birulés insiste en que hay que sustituir el Feminismo de la Igualdad por el Feminismo de la Diferencia. Recuperar las formas de vivir lo femenino. Encontrar palabras, un lenguaje para expresar su nueva relación con el mundo.